UN MUNDO MÁS SEGURO
Como expresó la republicana moderada Nikki Haley, antigua embajadora ante la ONU con Trump, “apoyo a Trump porque el mundo será más seguro con él que con Harris”. A pesar de ser la principal rival del ex-presidente para la nominación del Partido Republicano, llegado el momento no ha tenido dudas a la hora de posicionarse.
Efectivamente, vayamos a los hechos. Durante la presidencia Biden-Harris se produjo la invasión de Ucrania por parte de Rusia y la consiguiente guerra actual en Ucrania; el ataque masivo del 07 de octubre de Hamas y la consiguiente guerra en dos frentes contra Hamas y Hezbolá, así como el conflicto armado intermitente entre Irán e Israel. Es cierto que en Ucrania ya había guerra en el Donbas de Ucrania desde abril de 2014 (presidencia Obama), pero nada que ver con la guerra a gran escala actual.
Sin embargo, en la anterior presidencia de Trump, no se produjeron invasiones en Europa, no hubo ninguna guerra abierta importante y en Oriente Medio los Acuerdos de Abraham, promovidos por su administración, iban en la buena dirección hacia el reconocimiento de Israel por parte de países árabes y por tanto hacia la paz en la región. Y el ISIS fue derrotado.
Pasemos ahora al futuro empezando por Europa. Las grandes decisiones sobre la guerra de Ucrania se toman en Washington y en Moscú, no en Bruselas. Trump ha anunciado que trabajará para un acuerdo de alto el fuego con gestiones directas con Putin y Zelensky para lograrlo. Con la participación actual de Corea del Norte en Ucrania, sin vislumbrar un claro vencedor en esta guerra en el corazón de Europa y con la posibilidad de utilización de armas nucleares por Rusia, las perspectivas de paz tienen que ser siempre bienvenidas para una mayor seguridad en la región y en el mundo occidental.
La OTAN y el Mando Combinado de Estados Unidos para Europa son, han sido y serán pilares fundamentales de la Seguridad Nacional de EE.UU. en cuanto a la contención de Rusia. En la Estrategia de Seguridad Nacional de la administración Trump de julio de 2017 (pág.48) se expresa claramente que “Los Estados Unidos siguen comprometidos con el Articulo V del Tratado de Washington”, y entre las Acciones Prioritarias de esta Estrategia (misma pág.) se dice “Los Estados Unidos profundizarán en la colaboración con nuestros aliados europeos y socios para hacer frente a las fuerzas que tratan de socavar nuestros valores, intereses de seguridad y visión común”. Trump ha solicitado que Europa haga un mayor esfuerzo económico para sostener la OTAN, elevando los presupuestos de defensa de los distintos países al 2% del PIB, pero no por capricho o para rebajar el papel de la Alianza Atlántica, sino siguiendo los Acuerdos de Lisboa donde se aprobó esa contribución.
Oriente Medio: Irán constituye el principal problema para la paz en la región por su obsesión por la destrucción de Israel. La administración Biden-Harris salió escaldada de sus negociaciones iniciales para su vuelta al grupo de acuerdo nuclear con Irán, formado por los 5 miembros permanentes del Consejo de Seguridad, más Alemania y la UE. Dicha administración también acordó con la Republica Islámica la liberación de 6.000 millones de dólares que estaban retenidos, tras un acuerdo de liberación de cinco prisioneros por ambas partes, todo ello antes del ataque del 7 de octubre. La debilidad no funcionó y no funciona con Irán.
Por el contrario, la administración Trump se salió del grupo antes mencionado y congeló cualquier ayuda y donación de fondos a Irán. La determinación y fortaleza de la nueva presidencia con el régimen de los Ayatolas puede contribuir a la seguridad en la región y por ende a la paz y seguridad mundial.
En cuanto a Rusia, la relación posiblemente mejorará teniendo en cuenta los contactos y reuniones anteriores de Trump con Putin y la relación inexistente con la administración Biden. Esta mejora de relaciones no se debe confundir con falta de firmeza. No olvidemos que Putin invadió Ucrania durante la administración Biden y anteriormente Crimea durante la presidencia de Obama, nunca con Trump en el poder.
Mención especial merece China, que ha sobrepasado en barcos de guerra a EE.UU.; es una amenaza continua para Taiwán y otros países del mar meridional de China; y es socio prioritario de Irán tras su Acuerdo de Cooperación por 25 años firmado en el 2021, que incluye un capítulo estratégico. La buena relación personal de Trump y Xi puede rebajar tensiones en el plano estratégico y colaborar a la paz mundial.
En fin, La política de seguridad nacional de Trump de (“Peace through Strength”, Paz a través de la Fortaleza) con unas FAS bien dotadas, por un lado, y su capacidad de liderazgo y de relación personal por otro, pueden contribuir en gran medida a un mundo más seguro.
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